lunes, 7 de noviembre de 2011

Devocionario básico Español-Latín.


El latín es la lengua oficial de la Iglesia Católica, aunque de facto se use la lengua según el país donde se resida, actualmente se sigue usando como lengua litúrgica en el tradicional rito Romano Tridentino.

Además de ser una lengua que fonéticamente es sublime, el uso del latín en la liturgia Católica representaba el habla de una misma lengua de un mismo rebaño, sin importar al país que fueses, sin importar la lengua vernácula de cada país; en la liturgia, todo cántico y rezo era en la misma lengua. Ya que San Pio V publicó, en el año 1570, una edición del Misal Romano, ordenando que se usara en toda la Iglesia Occidental.

A continuación les comparto un pequeño y básico devocionario en español y en latín. Para quienes tengan el deseo y la curiosidad de conocerlas en la lengua que se ha usado en la liturgia por más de 400 años.
 
La señal de la cruz.

Por la señal † de la Santa Cruz,
de nuestros † enemigos
líbranos, Señor, † Dios nuestro.

En nombre del Padre y del Hijo †
y del Espíritu Santo. Amén.

Per signum † Crucis de inimícis † nostris
libera nos † Deus noster.

In nómine Patris, et Fílii, †
et Spíritus Sancti. Amén.


Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre; venga
a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también,
nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la
tentación y líbranos del mal. Amén.

Patter noster, qui es in cælis; sanctificétur nomen tuum;
advéniat regnum tuum; fiat volúntas tua, sicut in cælo
et in terra.

Panem nostrum quotidiánum da nobis hódie; et dimite
nobis débita nostra, sicut et dimíttimus debitóribus nostris;
et en nos inducas in tentatiónem,
sed libera nos a malo. Amén.


Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia;
el Seños es contigo; bendita tú eres entre
todas las mujeres, y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madres de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Ave María, gratía plena, Dóminus tecum;
benedícta tu en muliéribus, et benedictus
fructus ventris tui, Iesus.

San María, Mater Dei, ora pro nobis
peccatóribus, nunc et in hora mortis nostra.
Amén.


Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo,
Y al Espíritu Santo. Como era en un
principio, ahora y siempre, y por los
siglos de los siglos. Amén.

Gloria Patri, et Fílio, et Spírictui Santo.
Sicut erat in princípio, et nunc et semper, et in
sæcula sæculórum. Amén.


Credo de los Apóstoles

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso.
Creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas
visibles e invisibles. Y en un solo Señor, Jesucristo.
Hijo unigénito de Dios. Y nacido del Padre, antes de
Todos los siglos. Dios de Dios, luz de luz,
Dios verdadero de Dios verdadero. Engendrado, no creado;
consubstancial al Padre, y que por quien todo ha sido
creado. El mismo que por nosotros los hombre y por
nuestra salvación bajó de los cielos.

Y se encarnó por obra del Espíritu Santo de la Virgen María
y se hizo hombre.

Fue también crucificado por nosotros bajo el poder de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado. Y resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras. Y subió al cielo y está sentado a
la diestra del Padre. Y otra vez vendrá con gloria a juzgar a
vivos y a los muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo también en el Espíritu Santo, Señor y vivificador,
el cual procede del Padre y del Hijo. Quien con el Padre y
el Hijo, es al mismo tiempo adorado y glorificado,
el cual habló por la boca de los profetas. Creo en la Iglesia,
Una, Santa, Católica y Apostólica. Confieso que hay
un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Y espero la resurrección de los muertos y la vida del
Siglo venidero. Amén.

Credo in unum Deum Patrem omnipoténtem,
Factórem cæli et terræ, visibílium ómnium et invisibílium.
Et in unum Dóminum Jesum Christum, Fílium Dei unigénitum.
Et ex Patre natum ante ómnia sæcula. Deum de Deo,
lumen de lúmine, Deum verum de Deo vero. Génitum,
non factum, consubstantiálem Patri: per quem ómnia facta
sunt. Qui propter nos hómines et propter nostram salútem
descéndit de cælis.

Et incarnátus est de Spíritu Sancto ex María Vírgine:
Et homo Factus Est.

Crucifíxus étiam pro nobis: sub Póntio Piláto
passus, et sepúltus est. Et resurréxit tértia die, secúndum
Scripturas. Et ascéndit in cælum: sedet ad déxteram Patris.
Et íterum ventúrus est cum glória judicáre vivos et mórtuos:
cujus regni non erit finis.
Et in Spíritum Santum, Dóminum et vivificántem: qui ex
Patre Filióque procedit. Qui cum Patre et Filio simul adorátur
et conglorificátur: qui locútus est per Prophétas. Et unam,
Sanctam, Cathólicam et Apostolicam Ecclésiam.
Confíteor unum baptísma in remissiónem peccatórum.
Et exspécto resurrectiónem mortuórum. 
Et vitam ventúri sæculi. Amén.


Salve

Dios te salve Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.
a ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti
suspiramos, gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tu hijos misericordiosos.
Y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente! ¡Oh piadosa!
¡Oh siempre dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de
nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Salve, Regína, Mater misericordiæ: vita, dulcédo,
et spes nostra, salve.
Ad te clamámus éxsules fílii Hévæ. Ad te suspirámus,
Geméntes et fléntes in hac lacrimárum valle.
Eia ergo, Advocáta nostra, illos tuos misericórdes
Óculos ad nos convérte. Et Iesum, benedíctum fructum
Ventris tui, nobis post hoc exsílium ostende.
O clemens, o pia, o dulcis Virgo María.
Ora pro nobis, Sancta Dei Génitrix. 
Ut digni efficiámur promissiónibus Christi. Amén.


Yo Pecador

Yo pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la
Bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado
San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista,
A los Santos Apóstoles San Pedro y San Pablo, a todos los
Santos y a vos, Padre; que he pecado gravemente
Con el pensamiento, palabra, y obra, por mi culpa,
por mi culpa, por mi grandísima culpa. Por tanto,
ruego a la bienaventurada siempre Virgen María,
al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado
San Juan Bautista, A los Santos Apóstoles San Pedro
y San Pablo, a todos los Santos y a vos, Padre,
que roguéis por mi a Dios nuestro Señor.

Confíteor Deo omnipoténti, beátæ Maríæ semper Vírgini,
beátæ Michaéli Archángelo, beáto Joánni Baptista, Sanctis
Apóstolis Petro et Paulo, ómnibus Sanctis, et tibi Pater:
quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et opere: mea culpa,
mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam
semper Virginem, beátum Michaélem Archángelum,
beátum joánnem Baptístam, Sanctos Apóstolos Petrum
et Paulum omnes Sanctos, et te Pater, orare pro me ad Dóminum,
Deum nostrum.



Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla,
y se nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Sujétalo, Dios, pedimos suplicantes; y tú, Príncipe de la celestial
milicia, sepulta en el infierno, con el divino poder, a Satanás y a
los demás espíritus malignos, que merodean por el mundo para la
perdición de las almas, Amén,

Sante Míchael Archángele, defénde nos in prælio; contra nequítiam
et insidias diáboli esto præsidium. Impere illi Deus, súpplices
deprecámur; tuque, Princeps militiæ cæléstis, Sátanam aliéosque spíritus
malignos, qui ad perditiónem animárum pervángatur in mundo,
divina virtúte in inférnum detrúde. Amén.



1 comentario:

  1. Es un gran servicio este que ha hecho Don Raks al publicar estas oraciones en español y en latin. Le agradezco mucho y le felicito por tan valiosa iniciativa.
    Saludos cordiales
    Roberto O'Farrill C.

    ResponderEliminar