viernes, 26 de agosto de 2011

"Paz y Ética"

El pasado día 15 de agosto del presente año, me tope con una nota en un diario "on line" que daba una declaración del Dalai Lama y que decía: "La paz no cae del cielo ni se consigue a través de los rezos".

Congruente con mi fe, creo en la "Nostra Aetate" que es una declaración en la que nosotros, Católicos, no rechazamos nada de lo que en otras religiones hay de santo y de verdadero. Respetando siempre los modos y costumbres, doctrinas y ritos por más que desigualen a los nuestros. Pero me parece complicado, aun cuando es una religión no teísta, aceptar de un líder espiritual una postura que insta a la secularización, me parece una total incongruencia y falta de respeto, un contrasentido a esa paz y ética que promulgan. Ciertamente lo que promulgan son bases sólidas para garantizar la buena relación no sólo entre personas sino entre los pueblos y naciones. Y la paz guarda el respeto al derecho ajeno.

Entiendo que las intenciones en diversas expresiones del discurso del Lama pudieron haber tenido la mejor intensión, pero el recurso verbal fue muy poco afortunado y desgraciadamente siempre hay una delgada línea en la que se puede romper el objetivo del mensaje y que a escucha de oídos ignorantes, intolerantes o mal educados se desatan los ataques por seguidores bajo el supuesto amparo de un líder espiritual.

Entiendo y respeto la libre expresión que seguro ejerció el Lama líder y de la cual hago uso al redactar ésta publicación.

Dicha declaración se da justo cuando en España se celebra la Jornada Mundial de la Juventud, momentos en los que diversos laicistas expresan su intolerancia al Cristianismo, a esa delgada línea me refiero y que al ejercer la libertad de expresión se debe hacer con responsabilidad. Justo en ese momento, es cuando se debe ser congruente con la paz y la ética. Que diferente sería que el líder de una religión "no teísta" aplaudiese la unión de más de un millón de jóvenes en pro de sus creencias y que elevan oraciones por un mundo mejor.

Con todo respeto pero ¿qué líder espiritual convoca a más de un millón de jóvenes, sin contar a los que no hemos podido asistir, en un mismo lugar y por una misma causa? Ni todos sus seguidores, ni todos los yoguitas, ni todos los hippies del mundo con todas las varitas de incienso podrían conjugar tan Divina convivencia y que además arrojó más 160 millones en beneficios para hoteles, transportes y comercios, esto lo comento por todos esos laicistas quejosos que no entendían que España tuviese un evento así en tiempos de crisis.

Nosotros, los Católicos, nos regimos por conductas morales establecidas por Dios, buscamos esa rectitud día con día, sólo por amor y respeto a Él, eso es ética. Y procuramos la paz con los que nos rodean, sin importar su denominación o creencia, Nostra Aetate. De tal manera que, siendo éticos y en paz, mediante "rezos" SI somos escuchados y SI somos correspondidos por Dios. Cito un comentario, lleno de verdad, de un gran amigo, José Luis Romero "El problema del mundo no es Dios, sino su falta de filiación a Él".

Orar y rezar es establecer comunicación directa con Dios, que mejor que hablar con Él que no es relativo sino absoluto. Vale la pena también meditar que la paz y la ética son "caminos" que residen en la "verdad" y sustentan la "vida". Nosotros los Católicos sabemos en quien se conjuga "el camino, la verdad y la vida".

Tan sólo es mi opinión y como el nombre de mi Blog, pongo en palabras lo que traigo en la cabeza

Dlb.





lunes, 22 de agosto de 2011

Reflexión breve sobre la donación.

Cuando escuchamos la frase “ser extraordinario” pensamos que se refiere sobre algo fuera de este mundo, algo más allá de lo imaginable, más allá de nuestras capacidades, magnánimo. Pues no, ser extraordinario es tan simple como hacer algo, cualquier cosa, con un poco más de esfuerzo de lo que comúnmente hacemos, ser extraordinario es dar un poco más de lo ordinario. Como dedicarle un poco más de esfuerzo al ejercicio para alcanzar un record, un poco más de ayuda en los deberes de la casa para que luzca aún más presentable y digna de visitas, leer un poco más de páginas de lo habitual para desarrollar lectura rápida, etc. Es muy sencillo.

Este mismo hábito de ser extraordinario cada día podemos llevarlo, no sólo a nuestra vida diaria, sino a la vida diaria de los demás, por medio de la oración y por “La Donación” , en este caso por África, razón por la cual escribo ahora y que plantearé más adelante.

En la actualidad, todos los que estamos en etapa productiva, es decir, que trabajamos y recibimos un salario por ello, seguramente estamos endeudados con algún par de créditos grandes, un auto, una casa,  por dar algún ejemplo. Existen técnicas para afrontar de manera disciplinada las deudas, que paso a paso y en poco tiempo se pueden lograr liquidar. 

Soy un asiduo lector de Robert T. Kiyosaki, autor de fabulosos libros como “Padre Rico, Padre Pobre” magnate norteamericano, que a base del ahorro y buen manejo de sus finanzas ha hecho una gran fortuna y sus técnicas son simples, pero como todo lo que lleva al éxito, requiere constancia y disciplina.

En su libro “Guía para hacerse rico sin cancelar tarjetas de crédito” da una muy simple y sencilla técnica de cómo terminar con las deudas de dos o más tarjetas de crédito con saldo en contra y aquí se las comparto:

1.-  Elimina todas tus tarjetas, excepto una o dos.

2.- Destina una cantidad de dinero cada mes.

3.- Destine esa cantidad sumándola a la mensualidad de UNA SOLA tarjeta de crédito.

4.- Del resto de tarjetas pague solamente el mínimo.

5.- Una vez que termine de pagar una tarjeta, destine la misma cantidad adicional a la siguiente tarjeta.

6.- Cuando todas sus tarjetas, mediante este proceso, hayan sido liquidadas destine esa cantidad para pagar su casa o su coche. Y finalmente ese hábito de destinar esa cantidad de dinero consérvelo para ahorrar y construya activos.

¿Por qué escribo de esto? Porqué creo que el mismo ejemplo podemos llevarlo a la donación por África. Sin duda podemos hacernos de la costumbre de destinar una pequeña cantidad cada quincena para estos fines. Puede ser un peso, dos o más, la cantidad no importa. Ejercitar la caridad nos urge y nos hará “extraordinarios”.

Hagámoslo, no con el fin de cumplir, sino con el fin de cubrir una necesidad, satisfacer el hambre de nuestros hermanos, en la medida que podamos, Jesús hará el resto. Cada uno, como un grano de arena que aporta, unidos seremos un inmenso océano de caridad. Y como con las tarjetas de crédito, si destinamos esa cantidad quincenal a donar, en este caso para el cuerno de África, quizá veremos pronto cumplida la meta. Y continuar con esa costumbre, dispuestos a satisfacer las necesidades de otros, seguro el mundo pintará diferente ¿no lo crees?

Hagamos este acto extraordinario, para que en el futuro se vuelva ordinario y con Cristo se volverá renovadamente extraordinario.

Apoya donando por África visitando: http://www.caritas.org/ o bien puedes enviar un cheque de caja, giro postal o un Check Money Order a Caritas Italiana a través del Apartado Postal No. 347013, de Roma, Italia, especificando en los motivos: “Carestía Cuerno de África 2011”

viernes, 12 de agosto de 2011

Breve relato y testimonio de Montreal.


Hace ocho años, en 2003 precisamente, viví por algún tiempo en la ciudad de Montreal, ciudad de la provincia de Québec, en Canadá. Estuve ahí lo que duraron mis cursos de Ingles y de Francés. En aquel tiempo me hice por novia a una joven Japonesa, que estaba en Montreal con el mismo objetivo, estudiar esos dos idiomas, y que además era mi compañera de clase.
  
Me gustaba visitar , 3 ó 4 veces por semana, la Catedral Basílica “Marie Reine du Monde” a veces para asistir a Misa, otras ocasiones para orar unos minutos y para sentarme a pensar en diferentes cosas, a veces por horas. La chica Japonesa era atea, por tradición familiar, no por convicción. Y por “tradición familiar” me refiero a que fue algo con lo que creció ya que en su casa, sus padres, no seguían religión alguna. Pero en nada le afectaba mi devoción. 

En una ocasión, una tarde de verano, la invité a una de mis usuales visitas a la Catedral, ella aceptó. Llegamos, entramos abriendo uno de esos grandes y pesados portones para luego abrir otro más, diseñado así, para aislar el crudísimo frío de los inviernos. Adelante, casi al pie del altar, estaba un pequeño grupo de personas y un sacerdote. Nosotros nos sentamos para yo después arrodillarme, persignarme y comenzar a orar.
 
Mientras yo oraba, comenzó el rezo del Santo Rosario, que en francés suena superlativo. Yo continué en lo mío por unos minutos, terminé y me incorporé en la banca, el Rosario continuaba. Le pregunté a la joven si le parecía bien marcharnos, me respondió que sí.  
 
Charlábamos caminando rumbo al viejo puerto y me preguntó ¿Qué era lo que estaba haciendo el grupo de personas con el Sacerdote? Le respondí  “Rezando el Rosario” le dí una breve explicación al respecto. Me preguntó depués ¿Qué es lo que el Sacerdote dijo Nôtre Père qui es aux cieux…? Le respondí “Es el Padre Nuestro” y se lo recité en Español. Seguimos caminando.  
 
Poco después me dijo ¿Te puedo decir algo? Me paso algo muy extraño mientras estábamos en la Catedral, fruncí mi frente extrañado y ella continuó. Justo cuando el Sacerdote comenzó a decir Nôtre Père qui es aux cieux, que ton nom soit  sanctifié…sentí un fuerte soplo, una ventolera, no de aire, sino de temperatura, que vino directo del Sacerdote. Me sentí muy mal, me maree muchísimo, mejor cerré mis ojos, aquello terminó cuando terminó el Sacerdote. No entiendo que pasó pero algo tiene esa oración. Soy honesto, me sentí jactancioso y se me vino pronto a la mente todas esas sectas y todas esas personas faltos de fé, no dije nada y continuamos caminando.  

Yo creo que aquello fue una manifestación del Espíritu Santo, pero te lo dejo a tu consideración.  

viernes, 5 de agosto de 2011

…jamás lo separará el hombre.

Como soltero, esta es mi postura de lo que, como Católico, creo que es el matrimonio y el divorcio. Quizá para los que han crecido, en lo que se denomina, una familia disfuncional, es decir, donde hay una ruptura matrimonial y tiene como reacción la salida del hogar de alguno de los padres; el concepto de matrimonio podría convertirse en algo poco probable que suceda en sus vidas, evitando de ésta manera no repetir un patrón o la misma historia, claro, según las circunstancias en las que se haya dado el divorcio entre los padres. O por lo contrario, puede convertirse en la oportunidad de enmendar lo que alguno de los padres no lograron abarcar, buscando superar su experiencia personal para con los suyos.   
Los casos, las causas y las consecuencias pueden ser las que sean, pero lo que es indudable, justificable o no, es que el divorcio es un fracaso. Un fracaso que, una vez más, es emitido por nuestro libre albedrío. Ya que un divorcio, conforme se van dando los elementos detonantes, es pensado, deseado, premeditado, planeado y ejecutado por ambas partes.   
También hay matrimonios que viven situaciones verdaderamente disfuncionales, donde la relación o la interrelación entre los miembros de la familia es nula, violenta en sus diversas y extremas manifestaciones, conflictiva o indiferente. Distando totalmente de ser una familia nuclear, integrada. Una vez más este tipo de situaciones recaen en nuestro libre albedrío por no saber o no querer identificar los problemas a tiempo, por no marcar límites, definir posturas, responsabilidades, y en casos fuera de control, pedir ayuda a profesionales.
 
Considero que, para los Católicos, el matrimonio como sacramento que le da origen Dios mismo, define la manera de establecer una unión divina, que amparados, cubiertos, protegidos por la bendición de Dios, el matrimonio tiene como fin común, entre sus integrantes, perfeccionarse mutuamente en colaboración con Dios, como pilar del mismo. Unión inquebrantable, pues es Dios quien la une, no el hombre.
 
Esto no quiere decir que el matrimonio deba ser algo de ensueño, romántico toda la vida, de perfecta relación y pulcra armonía. El matrimonio, como en una empresa, debe ser algo en lo que se trabaje a diario, desempeñándonos de la mejor manera, renovando constantemente el matrimonio. Y renovando no me refiero a seguir las tendencias actuales del matrimonio, que ahora buscan la manera light de vivirlo, con el menor de los compromisos, con el recurso fácil de la separación, si éste deja de ser interesante para las parejas, la separación si el matrimonio atenta contra la libertad y el espacio personal del esposo o de la esposa ¿libertad o libertinaje? Renovación si, pero con Cristo, renovar constantemente el compromiso con Él y con la pareja, renovar constantemente la entrega del mismo a Dios para que en los momentos en los que los integrantes quieran claudicar encuentren renovados bríos para no cesar.
 
Cuando el matrimonio se lleva de manera Cristocéntrica, se vuelve un verdadero blindaje familiar. No hay racha o crisis financiera o de inseguridad que la toque. Si bien los bienes materiales no llegan a abundar, nunca faltarán, aún en la más aparente paupérrima situación. Manteniendo el navío anclado al cielo, no habrá tempestad ni tsunami del cual la embarcación pueda tener preocupación.
 
Los matrimonios no son como en los cuentos de hadas, si lo fueran, serían en exceso aburridos. No hay matrimonio que no tenga problemas, raro sería que no los tuvieran. En el matrimonio, como en cualquier relación, el problema no es tener problemas, sino la estúpida solución que podamos darle a esos problemas.  
 
A continuación cito un caso de divorcio, para plantear la osadía y peligro espiritual al que se puede llegar.
 
Un matrimonio joven con dos pequeños, al cabo de 15 años, se separa y dan inicio al divorcio. La razón, el marido se enreda con su secretaria, aún advertido por los amigos de trabajo de la mala reputación que la empleada tenía.
La separación comenzó con una llamada telefónica, uno de los pequeños contesta, saluda; era su padre, y él le pide que le comunique a su madre, ella toma la llamada, platican, mientras el niño observa como la cara de su madre se desencaja y rompe en llanto preguntándole al marido ¿Por qué? Cuelga y en llanto le dice a sus hijos que su padre se va porque tiene otra mujer. Dudo que el niño entendiera de que se trataba.
Por la tarde llegó el padre para recoger sus cosas, pero no llegó solo, acompañado de su madre, abuela de los niños, y de uno de sus hermanos. Era obvio que aquello no iba a ser sencillo, la madre se abalanzó sobre él para demandarle explicaciones, él no dijo nada, para eso llevo a la mamá, quien los separó. La victima entonces se dirige a la ex suegra y le pregunta ¿como puede permitir esa decisión del hijo? A lo cual contesto: ¡Discúlpame, es mi hijo y a mi hijo lo apoyo en lo que sea! Dejando helada a la mujer, a la esposa, a la madre. Quizá el pasado cuestionable, en la vida personal de aquella abuela, no le hacia entender la gravedad y así le resultaba normal solapar a su hijo en aquel momento. Además nunca se percataron que siempre estuvo ahí uno de los pequeños viendo y escuchando la situación.
Tiempo después vino sobrellevar el problema por parte de la ex esposa, los niños, lidiar con ello y el toma y daca entre los padres con los niños como heraldos. 

Pasaron los años, no sé sabe si por cargo de conciencia, por curiosidad o simplemente por limar asperezas, la abuela buscó acercamiento con la madre de sus nietos. Se llevo a cabo, porque la ex nuera siempre le guardo respeto por ser quien es. Parecía entonces que las cosas volvían a su cause, muy tarde pero mostrando madurez, ya que lo ocurrido solo les atañe a los padres. Pero resulto no ser así, al enterarse el ex esposo, en un despliegue épico y ponderado de inmadurez, exploto en ira, y como victima le exigió a su madre suspender aquel acercamiento con su ex mujer y si darle lugar a su actual esposa, la secretaria, de lo contrario no volvería a ver jamás a su hijo. La reacción de la senil mujer, con gallarda inmadurez disfrazada de temple y muy ad’hoc a los desplantes del hijo, fue la de solicitarle a su ex nuera, en una de sus visitas, que abandonara la casa, ya que por ser congruente con su hijo y con su amor de madre, no podía permitir que eso pusiera en riesgo su relación con el remedo de hombre parido por ella.
Esto fue entonces un segundo golpe bajo para esa fracturada familia, un segundo rechazo, un segundo estacazo por la espalda.  

Sobre este citado caso quiero hacer la siguiente reflexión, punto de vista de un Católico.  

La abuela, Católica ¿jamás pensó que la victima es, ante Dios, la esposa de su hijo y que eso no cambiará hasta que uno de los dos muera? 

Como madre y Católica ¿No debió advertir a su hijo del pecado en el que esta incurriendo?

Como abuela y Católica ¿No tenía que haber visto primero por sus nietos que por solapar a su hijo?  
Ella como anciana, en teoría más sabia, pero en lo facto todo lo contrario, si bien no debía interferir en el proceso de divorcio de su hijo, si como autoridad debió marcar sus límites y sus responsabilidades como Católico y por el compromiso inquebrantable con Dios y que él, por su libre e irresponsable albedrío, decidió dar por suspendido. Y que por una segunda ocasión decide dar apoyo a su hijo en tan cruel, inmadura y anticristiana decisión dando espalda a su ex nuera y por ende a sus nietos, porque los hijos ante situación tan remarcable, el deber de ellos es respaldar a su madre. 

¿Qué tan responsable, cómplice, es ante Dios, la anciana con su hijo?

Haber hecho eso con su propia familia y en dos ocasiones, es ofender doblemente a Dios, incluso quizá, incurriendo en peor pecado que el hijo. 

¿Qué les deparará a ambos, madre e hijo, ante Dios el día que mueran?

Considero que para el ex marido todo está escrito. Para la madre,  quizá ya con poco tiempo, aún podría reivindicarse, confesarse y salvarse. Porque como diría el Padre José Antonio Fortea, en su blog “El Blog del Padre Fortea” editorial del miércoles 27 de julio del presente año…que de Dios nadie se ríe, que con las cosas sagradas no se juega, que el mal requiere reparación.  

• Si tu lector eres casado, toma nota de lo que tu matrimonio representa.  

• Si tu lector eres casado y por tu cabeza pasa divorciarte, quizá esto te sea familiar, toma nota de lo mucho que pierdes y lo mucho que puedes rescatar.

• Si tu lector eres divorciado, quizá esto te sea familiar, toma nota de lo que te puede pasar y lo que debes evitar o enmendar.

• Si tu lector, mujer, te gusta tu jefe y es casado, toma nota y aléjate, haz la voluntad de Dios, no la tuya.  

Los matrimonios Católicos tienen una gran bendición de la cual sacar  interminables beneficios, estúpido es no hacer nada al respecto. Estúpido es creer que el matrimonio Civil, es matrimonio. Tal matrimonio civil es basura, es un conciliador y facilitador del rompimiento, juez y parte del desquebrajado estado actual de la sociedad, es un legado masón.  

El matrimonio Católico es la unión llevada a cabo por Dios, lo que hace Dios es sagrado, luego entonces, atentar contra el matrimonio es atentar contra Dios, es sacrilegio. 

He citado tan sólo un caso de los miles y de las mil variables que puede haber pero para todos ellos lo siguiente: Matrimonio con Dios ¿quien contra ellos?

Como lo mencioné al princio, tan sólo es mi postura. Los que me conocen, quizá, después de leer esto se pregunten ¿Por qué entonces no se ha casado? Que no lo haya hecho aún no significa que no lo vaya hacer. 
 
Vale la pena escuchar esta liga, que refuerza lo aquí explicado.
http://semillas.podomatic.com/entry/2011-10-11T07_50_38-07_00