lunes, 22 de agosto de 2011

Reflexión breve sobre la donación.

Cuando escuchamos la frase “ser extraordinario” pensamos que se refiere sobre algo fuera de este mundo, algo más allá de lo imaginable, más allá de nuestras capacidades, magnánimo. Pues no, ser extraordinario es tan simple como hacer algo, cualquier cosa, con un poco más de esfuerzo de lo que comúnmente hacemos, ser extraordinario es dar un poco más de lo ordinario. Como dedicarle un poco más de esfuerzo al ejercicio para alcanzar un record, un poco más de ayuda en los deberes de la casa para que luzca aún más presentable y digna de visitas, leer un poco más de páginas de lo habitual para desarrollar lectura rápida, etc. Es muy sencillo.

Este mismo hábito de ser extraordinario cada día podemos llevarlo, no sólo a nuestra vida diaria, sino a la vida diaria de los demás, por medio de la oración y por “La Donación” , en este caso por África, razón por la cual escribo ahora y que plantearé más adelante.

En la actualidad, todos los que estamos en etapa productiva, es decir, que trabajamos y recibimos un salario por ello, seguramente estamos endeudados con algún par de créditos grandes, un auto, una casa,  por dar algún ejemplo. Existen técnicas para afrontar de manera disciplinada las deudas, que paso a paso y en poco tiempo se pueden lograr liquidar. 

Soy un asiduo lector de Robert T. Kiyosaki, autor de fabulosos libros como “Padre Rico, Padre Pobre” magnate norteamericano, que a base del ahorro y buen manejo de sus finanzas ha hecho una gran fortuna y sus técnicas son simples, pero como todo lo que lleva al éxito, requiere constancia y disciplina.

En su libro “Guía para hacerse rico sin cancelar tarjetas de crédito” da una muy simple y sencilla técnica de cómo terminar con las deudas de dos o más tarjetas de crédito con saldo en contra y aquí se las comparto:

1.-  Elimina todas tus tarjetas, excepto una o dos.

2.- Destina una cantidad de dinero cada mes.

3.- Destine esa cantidad sumándola a la mensualidad de UNA SOLA tarjeta de crédito.

4.- Del resto de tarjetas pague solamente el mínimo.

5.- Una vez que termine de pagar una tarjeta, destine la misma cantidad adicional a la siguiente tarjeta.

6.- Cuando todas sus tarjetas, mediante este proceso, hayan sido liquidadas destine esa cantidad para pagar su casa o su coche. Y finalmente ese hábito de destinar esa cantidad de dinero consérvelo para ahorrar y construya activos.

¿Por qué escribo de esto? Porqué creo que el mismo ejemplo podemos llevarlo a la donación por África. Sin duda podemos hacernos de la costumbre de destinar una pequeña cantidad cada quincena para estos fines. Puede ser un peso, dos o más, la cantidad no importa. Ejercitar la caridad nos urge y nos hará “extraordinarios”.

Hagámoslo, no con el fin de cumplir, sino con el fin de cubrir una necesidad, satisfacer el hambre de nuestros hermanos, en la medida que podamos, Jesús hará el resto. Cada uno, como un grano de arena que aporta, unidos seremos un inmenso océano de caridad. Y como con las tarjetas de crédito, si destinamos esa cantidad quincenal a donar, en este caso para el cuerno de África, quizá veremos pronto cumplida la meta. Y continuar con esa costumbre, dispuestos a satisfacer las necesidades de otros, seguro el mundo pintará diferente ¿no lo crees?

Hagamos este acto extraordinario, para que en el futuro se vuelva ordinario y con Cristo se volverá renovadamente extraordinario.

Apoya donando por África visitando: http://www.caritas.org/ o bien puedes enviar un cheque de caja, giro postal o un Check Money Order a Caritas Italiana a través del Apartado Postal No. 347013, de Roma, Italia, especificando en los motivos: “Carestía Cuerno de África 2011”

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